Un destino para todos los sentidos
Dénia destaca por su diversidad y su capacidad para enamorar a quien la visita. Es una ciudad vibrante, llena de vida y ocio, que ofrece eventos durante todo el año. Sus playas son uno de sus mayores atractivos, con opciones para todos los gustos. Con alrededor de 300 días de sol al año, podrás disfrutar de aguas templadas y arena dorada. Las amplias playas son ideales para pasear descalzo sobre la fina arena, mientras que al sur, pequeñas calas rodeadas de piedras y envueltas por el típico paisaje mediterráneo –con pinos y vegetación llegando hasta el mar– ofrecen una experiencia más íntima y tranquila.
El emblemático Castillo de Dénia es un viaje al pasado que combina historia, cultura y unas vistas impresionantes de la ciudad y el mar. Este castillo, que ha sido testigo de diferentes épocas históricas, desde la dominación árabe hasta la cristiana, alberga además el Museo Arqueológico, que complementa la visita con interesantes exposiciones. Dénia también cuenta con una oferta cultural envidiable, con museos como el Museo Etnológico o el Museo del Juguete, ideales para conocer más sobre la tradición local.
Si te gustan las actividades al aire libre, Dénia no decepciona: senderismo y submarinismo son solo algunas de las propuestas para disfrutar de su entorno natural.
Una joya gastronómica reconocida por la UNESCO
Dénia fue declarada en 2011 “Ciudad Creativa de la Gastronomía” por la UNESCO, y no es para menos. La ciudad es un paraíso para los amantes del buen comer, con una variedad de platos que explotan los mejores productos locales. Desde el icónico arroz en sus múltiples variantes, pasando por la famosa gamba roja, los erizos de mar y otras delicias del Mediterráneo, cada bocado es una celebración.
La oferta gastronómica es tan amplia como diversa. Para los más curiosos, el Mercado Municipal y la Lonja de pescado son visitas obligadas para descubrir la esencia de los sabores locales.
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